Ni ella ni sus cinco hijos tenían DNI a comienzos de 2009. Entraban en la categoría de "NN", iniciales del latinajo "nomen nescio": literalmente "desconozco el nombre". Estaban indeterminados, con el derecho a la identidad atrofiado por el desuso. Pero un trámite administrativo -respecto de los chicos menos de 13 años- y un juicio de información sumaria -respecto de la madre-, con sentencia firme desde la semana pasada, les permitirá acceder por primera vez al documento. Y comenzar a existir civilmente.
El caso es uno de los 1.480 que atiende la Unidad de Gestión de Documentos creada en marzo del año pasado en la órbita de la Secretaría de Estado de Articulación Territorial y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo Social. Desde entonces, ha entregado 500 DNI a niños y logrado una resolución judicial -por detrás hay cientos de juicios ya iniciados- en favor de la inscripción de un adulto.
La abogada Laura Duchen, coordinadora de la Unidad, asevera que no hay ningún dato oficial que permita dimensionar la población indocumentada. "Algunas ONG han hecho cálculos y, a partir de allí, una proyección que indica que el 1% de los argentinos podría no estar inscripto en el Registro Civil".
No existir es no figurar en ningún lado. La licenciada Gabriela González, secretaria de Articulación Territorial, dice que la Provincia ha pedido formalmente que el próximo censo nacional -previsto para octubre de 2010- incluya una pregunta sobre si los miembros del hogar tienen (o no) DNI. Relata: "entre 2003 y 2007 el Estado atendió a los que demandaban ayuda. Cuando el contexto mejoró, empezamos a pensar en los que no aparecían y en cómo podíamos llegar a ese núcleo duro de la pobreza".
Les cuesta pedir. Llevan décadas enterrados en la indigencia. "No son ?clientes?. No pueden gestionar el registro por sí mismos", describe González. Si bien hay un esfuerzo por detectar a los tucumanos excluidos del derecho a la identidad, la secretaria admite que los planes que exigen el DNI son un gran incentivo. González calcula que 200.000 ciudadanos acceden a algún programa o subsidio social.
Muerto civil y anónimo
Desde luego, el DNI conlleva el acceso al voto. "Más allá de las especulaciones electorales, la gente debe estar registrada porque, de lo contrario, puede morir sin que nadie se entere de que alguna vez estuvo viva. Es gravísimo", manifiesta la secretaria.
La falta de documento de identidad suele transmitirse de generación en generación y expresa una situación de aislamiento social. "Para ser persona hay que tener DNI. En el presente, inclusive hace falta para poder comer", apunta una asesora del Defensor del Pueblo, que, sin embargo, señala que en Tucumán el obstáculo más poderoso para acceder al DNI es la lentitud del trámite. Especifica: "mucha gente está indocumentada no porque nunca tuvo la libreta, sino porque la extravió y lleva años intentando reponerla. Son muertos civiles con tirilla (comprobante de documento en trámite)".
Transcurridos los 60 días, y por imperio del decreto presidencial 90/2009, la inscripción del nacimiento puede formalizarse por la vía administrativa hasta los 13 años. El procedimiento abreviado, según Duchen, conlleva entre 20 y 50 días de tramitación.
Después de los 13 años -y en todos los casos más allá de febrero de 2011, cuando vence la prórroga del decreto- la inscripción fuera de término sólo procede mediante resolución judicial. El juicio puede implicar entre 9 meses y dos años, en función de que, como subraya el defensor oficial Roberto Paz, el expediente entre en un juzgado con o sin juez (uno cada tres está acéfalo). Como si la identidad nítida del recién nacido se desdibujase con el paso del tiempo y fuese necesario reconstruirla con intervención de las instituciones. Al final de ese túnel, hay un DNI.
La prueba de la identidad según pasan los años
- Identidad sujeta a actas y partidas:
La libreta de identidad empezó a circular en las primeras décadas del siglo XX (la mujer no tuvo ningún documento hasta 1948). Los ciudadanos debían echar mano a actas parroquiales de bautismo y partidas de nacimiento para probar o acreditar su existencia.
- La práctica cédula federal:
La cédula de identidad de la Policía Federal nació el 24 de abril de 1907, en el ámbito de la entonces Policía de la Capital. Es una identificación optativa, práctica para llevar en billeteras y carteras, que, además, sirve para viajar a los países del Mercosur.
- El "Libretón" de Enrolamiento:
La enorme Libreta de Enrolamiento (LE) data de 1926 y está asociada al servicio militar obligatorio de los varones. Fue reemplazada por el DNI, pero aún es válida para sus portadores. La antigua LE incluía la letra del Himno Nacional.
- Femenina y electoral:
La Libreta Cívica (LC) apareció en 1948, cuando la mujer obtuvo acceso a los derechos electorales. Esta identificación -más pequeña que la Libreta de Enrolamiento y todavía válida para sus portadoras- sacó a las ciudadanas de la situación de anonimato.